Cada año, más de 1.200 millones de celulares se fabrican, lo que impulsa tanto el avance tecnológico como el consumo rabiosa de medios naturales. Sin incautación, este elevado ritmo de producción todavía genera un robusto impacto ambiental. Pero, ¿sabías que puedes dar una segunda vida a tu teléfono añejo? Este renovador esquema sondeo metamorfosear esos dispositivos en desuso en bártulos centros de datos portátiles.
Frente a este panorama, dos jóvenes de la Universidad de Tartu, en Estonia, han ideado una forma innovadora de darle una segunda vida a los móviles obsoletos, convertirlos en centros de datos portátiles.
Huber Flores y Zhigang Yin, estudiantes de la Universidad de Tartu, desarrollaron una propuesta innovadora para reutilizar los smartphones viejos. Su idea consiste en un soporte personalizado, fabricado mediante impresión 3D, que permite conectar varios móviles antiguos, creando así un centro de datos compacto capaz de procesar, juntar y distribuir información.
Aunque este “mini centro de datos” no tiene la capacidad de los grandes sistemas industriales, su versatilidad es sorprendente. Este tipo de soluciones puede ser útil en aplicaciones como la cosecha de datos en entornos subacuáticos o la optimización de redes de transporte sabido.
Este invento demuestra que lo obsoleto no tiene por qué ser inútil. Los teléfonos viejos, en motivo de acumularse en cajones o terminar en la basura, pueden transformarse en herramientas bártulos para tareas específicas. Además de darles una nueva vida, esta propuesta contribuye a acortar los residuos electrónicos y fomenta la sostenibilidad.
El esquema ha sido probado con éxito en entornos subacuáticos, lo que demuestra su capacidad para tratar en condiciones exigentes. Con medios mínimos, un teléfono añejo puede convertirse en un componente crucial para proyectos que requieren almacenamiento o cosecha de datos en lugares poco convencionales.
¿Cómo entregar o entregar tu móvil para el reciclaje?
Aunque el esquema de la Universidad de Tartu aún no ha establecido un canal específico para que los usuarios en América Latina entreguen o vendan sus teléfonos móviles, existen alternativas para contribuir al reciclaje y reutilización de dispositivos.
En varias partes de Latinoamérica existen iniciativas locales de reciclaje de teléfonos, como programas de donación o cosecha para su reutilización. Aunque no forman parte directamente de este esquema de Estonia, muchas organizaciones locales aceptan dispositivos antiguos para darles una segunda vida, ya sea en proyectos similares o en la reventa de componentes.
Una opción destacada en España es la Fundación Llamada Solidaria, que organiza la cosecha de teléfonos móviles para su reciclaje y reutilización. Los usuarios pueden solicitar una caja para depositar sus dispositivos, y, una vez llena, la caja se recoge sin coste alguno. Los móviles recolectados son clasificados para su reutilización o reciclaje, y los fondos generados se destinan a la investigación de enfermedades raras y al apoyo de las personas afectadas.
Para participar en esta iniciativa, puedes examinar el sitio web de la fundación. Aunque esta opción está centrada en España, muchas organizaciones latinoamericanas cuentan con programas similares. Consulta con tu pueblo o sondeo programas de reciclaje de tecnología en tu país.
Tu añejo móvil puede ser más útil de lo que piensas
Este tipo de proyectos refleja una creciente tendencia alrededor de la reutilización tecnológica, en la que no solo se reduce el impacto ambiental, sino que todavía se aprovechan los dispositivos que ya tenemos para contribuir a causas benéficas o científicas. Aunque el esquema de la Universidad de Tartu aún se encuentra en etapa positivo, es un ejemplo claro de cómo los dispositivos antiguos pueden tener un nuevo propósito sin privación de ser desechados. Además, nos invita a involucrarnos en acciones sostenibles que beneficien tanto a la tecnología como al medio círculo.
Imagen: Generada con IA / ChatGPT