Google Maps es mucho más que una utensilio para ubicarnos en el presente. También ofrece la posibilidad de correr en el tiempo mediante su archivo de imágenes históricas en Street View. Gracias a esta función, cualquier favorecido puede recorrer calles y barrios tal como eran hace primaveras.

El camino es sencillo; desde la traducción de escritorio, solo hay que agenciárselas una dirección, remolcar el ícono de Pegman y soltarlo en la calle que se desea explorar. Dentro de Street View aparece un temporalizador en la cumbre superior izquierda que permite visualizar imágenes capturadas en diferentes primaveras. En dispositivos móviles, pespunte con entrar en la paisaje de calle y tocar la plazo que aparece en la parte inferior de la pantalla para penetrar al historial.

Desde 2007, Google ha recopilado millones de fotografías gracias a vehículos equipados con cámaras de 360 grados. Este trabajo ha documentado transformaciones urbanas, cambios arquitectónicos y momentos cotidianos que de otro modo se habrían perdido. Para muchos, es una utensilio para revivir saludos personales o descubrir cómo lucían lugares emblemáticos antiguamente de las grandes renovaciones que hoy los definen.

Mientras Street View ofrece la posibilidad de recorrer las calles como si estuviéramos ahí, Google Earth brinda una visión más amplia. Su función de imágenes históricas da camino a fotografías satelitales de distintas épocas, lo que facilita observar la transformación de ciudades enteras o los cambios en los ecosistemas. Al activar el deslizador temporal, es posible desplazarse por diferentes primaveras y comparar cómo ha cambiado el paisaje.

También incorpora la función Timelapse. Esta utensilio permite visualizar, de modo dinámica, cambios globales ocurridos desde 1984. Fenómenos como la deforestación, el avance de la colonia y el retroceso de glaciares se revelan en secuencias que combinan precisión técnica y un gran impacto visual. Más que un expediente para la curiosidad, estas herramientas se han convertido en aliados imprescindibles para científicos, ambientalistas y urbanistas.

Ambas plataformas transforman la modo en que entendemos el paso del tiempo. Ya sea para revivir momentos personales o para estudiar cambios profundos en el planeta, Google Maps y Google Earth permiten mirar el pasado con una claridad antiguamente reservada a los archivos históricos o los libros de historia.