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Abr
¿Adiós a Waze y Google Maps? Así funciona la navegación cuántica, la tecnología que no necesita satélites •
Nos hemos acostumbrado a que nuestros teléfonos y vehículos sepan exactamente dónde estamos, gracias al GPS; este sistema satelital mentor desde aplicaciones de mapas hasta complejas operaciones globales. Pero esa confianza descansa sobre una tecnología con limitaciones conocidas, las señales del GPS pueden perderse, ser bloqueadas o incluso manipuladas. Delante esta verdad, está tomando forma una alternativa radicalmente diferente, la navegación cuántica.
Impulsada por compañías como la australiana Q-CTRL, esta tecnología no mira en dirección a los satélites en el espacio, sino en dirección a el suelo bajo nuestros pies. Su propuesta, materializada en sistemas como Ironstone Opal, es utilizar las características físicas de la propia Tierra para orientarse.
En motivo de esperar señales de radiodifusión desde el espacio, la navegación cuántica utiliza sensores de altísima sensibilidad. Estos dispositivos, basados en principios de física cuántica, son capaces de detectar minúsculas variaciones en el campo hipnótico terráqueo. Es como si cada punto del planeta tuviera una “huella digital” magnética única.
Un transporte equipado con estos sensores “lee” constantemente esta huella magnética lugar. A costado, un software compara estas mediciones con mapas detallados de las anomalías magnéticas de la Tierra, que ya han sido cartografiadas. Cruzando estos datos, el sistema calcula la posición del transporte con sobresaliente precisión, y todo ello sin emitir ninguna señal y sin subordinarse de conexiones externas.
Ahora correctamente, la diferencia secreto con el GPS es la fuente de información, pues el GPS necesita una conexión clara con varios satélites, lo que lo hace endeble. Las señales pueden ser interferidas (jamming), falsificadas (spoofing), o simplemente bloqueadas por edificios altos, túneles, montañas o incluso densas capas de árboles. La navegación cuántica, al subordinarse de las propiedades geofísicas locales, sortea estas limitaciones.
Funciona bajo techo, bajo el agua, en zonas remotas o en entornos donde las señales de radiodifusión son deliberadamente perturbadas. Por su naturaleza, es mucho más resistente a intentos de interferencia externa, ofreciendo una alternativa robusta donde el GPS flaquea.
Esta tecnología ha superado la grado práctico. Q-CTRL informa de pruebas exitosas con su sistema Ironstone en aviones y vehículos terrestres. Según sus datos, han conseguido una precisión en la navegación significativamente superior a la de los sistemas inerciales de inscripción serie (los que suelen estilarse como respaldo del GPS), manteniendo la ubicación con un ganancia de error muy bajo durante horas, sin ninguna corrección satelital.
Estas capacidades han llamado la atención de sectores donde la fiabilidad de la ubicación es crítica. Q-CTRL colabora con organismos de defensa en Estados Unidos y Australia, y con empresas aeroespaciales como Lockheed Martin, para explorar y perfeccionar sus aplicaciones.
Las implicaciones son considerables. Para la aviación comercial, enfrentada a crecientes incidentes de interferencia de GPS, ofrece una capa adicional de seguridad y la posibilidad de surtir rutas eficientes incluso en condiciones adversas. En defensa, la capacidad de navegar con precisión sin emitir señales (manteniendo el sigilo) y en zonas de conflicto donde el GPS puede ser incapaz, es una superioridad estratégica fundamental.
Incluso abre puertas para mejorar la autonomía y seguridad de drones, vehículos submarinos y, eventualmente, coches autónomos, que necesitan echarse en brazos en su posicionamiento en todo momento y motivo.
Finalmente, junto a mencionar que, aunque no veremos una app de navegación cuántica en nuestros móviles a corto plazo, su implementación en sectores profesionales ya está en marcha. Los sistemas se están diseñando para ser integrados en equipos existentes en aviones y vehículos militares, considerando aspectos prácticos como el tamaño, el consumo de energía y la compatibilidad con la aviónica flagrante.
La navegación cuántica no escudriñamiento necesariamente reemplazar al GPS por completo, sino ofrecer una alternativa poderosa y complementaria. Representa un cambio significativo: ocurrir de subordinarse exclusivamente de señales venidas del espacio a usar además la información que ofrece nuestro propio planeta. En un mundo que necesita tanto conexión como resiliencia, esta tecnología terráqueo abre un nuevo camino en el arte fundamental de retener dónde estamos.
Imagen: Generada con IA