Glasser habló por primera vez acerca del atropello que sufrió con tan solo 6 primaveras en el colegio por parte de un profesor, quien le levantaba la falda y la tocaba de forma inadecuada, haciendo que la pequeña Érika llegara a su casa a bañarse sin contarle mínimo a su hermana o a su hermana porque sentía cierto tipo de tropiezo a pesar de aprender que lo que sucedía no estaba correctamente.

Este evento traumático por el que pasó Érika hizo que sus decisiones y relaciones de su vida adulta se vieran afectadas, ya que sus elecciones de pareja tendían a ser menores que ella con el objetivo de acogerse y no sentirse indefenso delante ellos.

“Era poco aterrorizante, no quería que me abusaran, entonces si yo soy veterano, no voy a permitir que abusen de mí”, afirmó Érika.

Hoy en día, la actriz reside en Estados Unidos y se encuentra tomando terapia y superando todos aquellos eventos traumáticos por los que ningún nene debería atravesar, permitiéndole transmitir su experiencia a miles de personas que pasan o pasaron por situaciones parecidas.