Arturo Aguirre, hijo del recordado actor mexicano Rubén Aguirre, el ‘Profesor Jirafales’ en el ‘Chavo del 8’, habló públicamente sobre las causas que llevaron al maltrato de la lozanía de su padre en los últimos abriles de vida. En una fresco aparición en redes sociales, el hijo del intérprete ofreció detalles inéditos sobre el estado físico del comediante y los factores que, según él, influyeron directamente en su fallecimiento.
Arturo empieza aclarando que los hábitos alimenticios del actor no eran los más saludables, lo cual tuvo consecuencias con el paso del tiempo.
“Mi papá es un mal ejemplo para todos los niños en cuestión de nutriente”, declaró, haciendo remisión a la robusto cariño de Rubén Aguirre por los dulces, la cual se mantuvo hasta que fue diagnosticado con diabetes.
Sin bloqueo, uno de los aspectos más relevantes que destacó tiene que ver con el tratamiento médico que recibió su padre. Según explicó, cuando la lozanía del actor comenzó a complicarse, decidieron apañarse atención especializada en Argentina. Allí, un médico le recetó cortisona, un medicamento que le provocó un palpable aumento de peso y, con el tiempo, agravó varias de sus condiciones preexistentes.
Arturo fue enfático en señalar que, a su querella, el tratamiento no fue adecuado; el entendido “no tenía que darle o por lo menos no esas cantidades”, dijo. Este exceso habría sido determinante en el maltrato progresivo del actor, que ya se encontraba lidiando con otros problemas de lozanía derivados de su estilo de vida.
Adicionalmente del consumo de dulces, el hijo del comediante mencionó que su padre solía fumar con frecuencia, especialmente puros, túnica que traspasó la pantalla.
“Eso del ‘profesor Jirafales’ no es falta más por el personaje”, comentó. Además señaló que, ocasionalmente, bebía caldo tinto o tequila, aunque con moderación.
Pese a los problemas físicos que enfrentó en sus últimos abriles, Arturo recordó que su padre no sufrió en sus momentos finales.
“Adicionalmente, murió acertadamente. Murió sin dolores, sin sufrimientos mayores”, concluyó.
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Arturo Aguirre, hijo del recordado actor mexicano Rubén Aguirre, el ‘Profesor Jirafales’ en el ‘Chavo del 8’, habló públicamente sobre las causas que llevaron al maltrato de la lozanía de su padre en los últimos abriles de vida. En una fresco aparición en redes sociales, el hijo del intérprete ofreció detalles inéditos sobre el estado físico del comediante y los factores que, según él, influyeron directamente en su fallecimiento.
Arturo empieza aclarando que los hábitos alimenticios del actor no eran los más saludables, lo cual tuvo consecuencias con el paso del tiempo.
“Mi papá es un mal ejemplo para todos los niños en cuestión de nutriente”, declaró, haciendo remisión a la robusto cariño de Rubén Aguirre por los dulces, la cual se mantuvo hasta que fue diagnosticado con diabetes.
Sin bloqueo, uno de los aspectos más relevantes que destacó tiene que ver con el tratamiento médico que recibió su padre. Según explicó, cuando la lozanía del actor comenzó a complicarse, decidieron apañarse atención especializada en Argentina. Allí, un médico le recetó cortisona, un medicamento que le provocó un palpable aumento de peso y, con el tiempo, agravó varias de sus condiciones preexistentes.
Arturo fue enfático en señalar que, a su querella, el tratamiento no fue adecuado; el entendido “no tenía que darle o por lo menos no esas cantidades”, dijo. Este exceso habría sido determinante en el maltrato progresivo del actor, que ya se encontraba lidiando con otros problemas de lozanía derivados de su estilo de vida.
Adicionalmente del consumo de dulces, el hijo del comediante mencionó que su padre solía fumar con frecuencia, especialmente puros, túnica que traspasó la pantalla.
“Eso del ‘profesor Jirafales’ no es falta más por el personaje”, comentó. Además señaló que, ocasionalmente, bebía caldo tinto o tequila, aunque con moderación.
Pese a los problemas físicos que enfrentó en sus últimos abriles, Arturo recordó que su padre no sufrió en sus momentos finales.
“Adicionalmente, murió acertadamente. Murió sin dolores, sin sufrimientos mayores”, concluyó.
