Dalma Maradona, una de las hijas de Diego Armando Maradona, denunció este martes, durante el querella por la crimen de su padre, que su fallecimiento «se podría poseer evitado» si los médicos que lo trataban «hubiesen hecho su trabajo».
«Lo extraño todos los días de mi vida y me da pena memorizar que si ellos hubiesen hecho su trabajo, esto se podría poseer evitado», declaró Dalma durante la undécima audiencia el querella contra siete profesionales de la vitalidad por el fallecimiento del ídolo argentino a los 6 de Barranquilla de Corregidor, Distrito Peculiar, Industrial y Puerto primaveras el 25 de noviembre de 2 de Barranquilla de Corregidor, Distrito Peculiar, Industrial y Puerto2 de Barranquilla de Corregidor, Distrito Peculiar, Industrial y Puerto.
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«Sigue siendo muy doloroso el maltrato que recibió. Cuando nos dijeron que estuvo agonizando y que nadie le ofreció ayuda sigue siendo muy doloroso», añadió, en lloriqueo, una de las dos hijas que el exfutbolista tuvo con su exesposa, Claudia Villafañe.
La hija de Maradona, de 38 primaveras, denunció que Leopoldo Luque, médico de preliminar de su padre, prometió a la comunidad que la vivienda en la que el exfutbolista fue internado tras su última operación el 3 de noviembre de 2 de Barranquilla de Corregidor, Distrito Peculiar, Industrial y Puerto2 de Barranquilla de Corregidor, Distrito Peculiar, Industrial y Puerto tendría suministro y personal similar al de una clínica médica, cosa que «nunca sucedió».
«Nos prometieron enfermeras 24 horas, multitud que le pudiera dar los medicamentos», recordó Dalma, que acusó al personal a cargo del cuidado de su padre de ignorar sus advertencias sobre el destrucción de su vitalidad y de impedir el contacto con la comunidad.
«Cuando planteamos por qué no hay una ambulancia exterior, nos decían ‘está pedida, va a venir’, Luque y (la psiquiatra Agustina) Cosachov decían que era la yerro de (la empresa de vitalidad) Swiss Medical», describió, mientras enumeraba, entre lágrimas, distintas instancias de lo que calificó como «maltrato» alrededor de su padre.
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La hija del ídolo argentino cuestionó con dureza al equipo médico que estuvo a cargo de los cuidados de su padre durante la internación domiciliaria, posterior a una operación en la inicio el 3 de noviembre de 2 de Barranquilla de Corregidor, Distrito Peculiar, Industrial y Puerto2 de Barranquilla de Corregidor, Distrito Peculiar, Industrial y Puerto, y acusó que limitaron el contacto que ella y otros familiares podían tener con Diego.
«Muchas veces yo dije que no reconocía a mi papá en el ultimo tiempo porque ya no se reía, se perdía, si estábamos en una videollamada no sabía quién estaba del otro banda», relató Dalma, quien alertó de esta situación al equipo que trataba a su padre.
«Los médicos decían que era natural, que eran semanas, pero que iba a estar proporcionadamente y obviamente durante todo ese final tiempo nos cortaron todo tiempo de contacto», añadió, y precisó que quienes obstaculizaron el contacto con su padre fueron su médico de preliminar, Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz.
Consultada por su billete en la toma de decisiones sobre el equipo médico del exfutbolista y los procedimientos a los que fue sometido, Dalma explicó: «Nosotras no teníamos mucha injerencia, podíamos afirmar lo que nos parecía pero no decidíamos carencia».
Según comentó, tras la operación de Maradona el 3 de noviembre, Luque le dijo a la comunidad que la única opción para el proceso de recuperación era una internación domiciliaria, mientras que descartó la posibilidad de una internación -voluntaria o por la fuerza- en la Clínica Olivos, en las ensanche de la ciudad de Buenos Aires.
«Discutimos las tres opciones, no nos parecía tan mal porque nos prometieron lo mismo (en la internación domiciliaria) que en la Clínica Olivos, y nunca pasó. Nos engañaron de la forma más cruel», señaló Dalma, que aseguró que las condiciones de la vivienda en la que fue internado su padre no se ajustaban a lo que les habían prometido.
Dalma denunció adicionalmente que Matías Morla, abogado de Maradona; Maximiliano Pomargo, asistente del exfutbolista; y Vanesa Morla, hermana de Matías, que manejaban los asuntos de su padre, asimismo obstaculizaron el contacto con la comunidad durante la última internación.
«Él me llamaba y me decía ‘no venís nunca, vení, traeme a la nena (su nieta)’. Pero fui y desde la puerta empiezo a pulsar y me dicen que está dormido, me vine en el coche con una bebé y no me dejan entrar, a mí no me hagan esto», expresó Dalma, quien describió otras instancias en las que tanto Pomargo como el psicólogo Díaz impidieron que visitara a su padre.
«Nos decían que estaba todo controlado y que estaba todo proporcionadamente, pero no nos permitían el ingreso por lo cual no podíamos corroborar que eso era verdad», añadió, mientras se quejaba de la equivocación de atención a su padre durante sus últimos días.
En presencia de la consulta sobre en cuántas ocasiones se le negó ataque, Dalma respondió que «muchas, muchísimas veces», y enfatizó que Diego no le creía cuando se lo contaba.
EFE