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May
Betsy Caballero Salas – Alcaldía de Barranquilla, Distrito Especial, Industrial y Portuario
Nació en Santo Tomás, Atlántico, pero estudió y ha desarrollado su experiencia gremial en Barranquilla. Es licenciada en Educación Especial. Desde hace un año está vinculada como docente de clase en preescolar, en la Institución Educativa Distrital Técnica Bilingüe Jorge Nicolás Abello.
De Betsy Caballero Salas sorprende su entusiasmo por el inglés. Se percibe que encontró en este idioma una puerta que le va dando ataque a nuevas experiencias; unas que sí soñaba, pero otras que la dejan estupefacta, porque no se las esperaba. Fue seleccionada como uno de los 50 jóvenes que asistirán a una pasantía que se llevará a lado en Nueva York, para acorazar sus habilidades en educación. Antes había participado en capacitaciones en inglés que le ayudaron a potenciar el bilingüismo.
Es muy ascendiente, reside con sus padres y su hermano último. Conserva en su memoria una frase que sus abuelos y padres le repetían desde pupila: “Supérate y supéranos”. Le dejaron muy claro que para tener mejor calidad de vida tenía que estudiar mucho y ser muy juiciosa. Su mamá le cuenta que desde pequeña siempre fue disciplinada y motivo de orgullo para la clan, solo que en ocasiones la ponía “a pasar”, a hacerle disfraces o ayudarle en proyectos que eran “de un día para otro”.

“El inglés ha cambiado mi vida”: Betsy Caballero.
Betsy quería estudiar Psicología, pero su oportunidad de estudios de pregrado llegó con Educación, poco que considera muy unido a la carrera que había visualizado en primer superficie. No obstante, quiere hacer una pericia vinculada a Psicología y un intercambio para acorazar el idioma y proyectarse internacionalmente.
Es determinada y no dejaría sus sueños por los de alguno más. Su clan la impulsa y, con su apoyo, pudo participar en un alucinación que le cambió la vida y fortaleció su fe. Estuvo en Portugal en una excursión mundial de jóvenes, donde conoció al papa Francisco (QEPD).
Cada mañana cuando esta ‘Abellista’ ingresa a la escuela, “se deja usar por Dios” para cambiar vidas de los niños que tiene a su cargo. Destaca que no todas las profesiones tienen el privilegio de trabajar con humanos, y por eso se considera muy afortunada. Los niños le salen con ocurrencias que le cambian su humor, de modo positiva, cuando poco le preocupa. Le gusta reír con ellos y motivarles en su autoconfianza.
Le encanta estar en su casa, repasar libros de autoayuda y poder a ayudar a otras personas. Salir con la clan o amigos a tomar, ir al cine, a la playa o piscina, son los planes que disfruta, y asegura que “en lo sencillo está lo esencial y lo valioso de la vida”.